Título: La gente feliz lee y toma café
Título original: Les gens
heureux lisent et boivent du café
Autor/a: Agnès Martin-Lugand
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420416533
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 208
Fecha de publicación: 05/02/2014
Sinopsis:
Tras la muerte de su marido y de su hija en un
accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas
de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el
café literario La gente feliz lee y toma
café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?
Puntuación:
Nada más ver el título de este libro supe que quería leerlo, me llamó la atención
enseguida a pesar de que la portada es bastante sosa. Un amigo supo que quería
leerlo y me lo regaló, con dedicatoria incluida, así que según cayó en mi manos,
me lo leí.
Como siempre pasa con un libro en el cual tienes las expectativas muy
altas, no llegó a estar a la altura. Me esperaba un libro con una protagonista
a la que le gustara mucho leer y pasara las horas muertas disfrutando de los
libros con una taza de café al lado, que supiera de todos los autores y géneros.
Sin embargo, me topé con una mujer dueña de un café literario que ha perdido a
su marido y su hija y con ellos todas las ganas de vivir y de leer.
Después de un año sin salir de casa y después de haber perdido el contacto
con prácticamente todos sus familiares y amigos, Diane decide reaccionar. Para
estar en paz consigo misma y cerrar el capítulo de esta pesadilla decide viajar
a uno de los lugares que su marido siempre quiso visitar: Irlanda. Se traslada
a un pequeño pueblo y alquila un chalet para ella con sus recuerdos. Todos en
ese pueblo con un encanto, menos su vecino, Edward, un hombre gruñón y huraño
que no quiere saber nada de ella.
Hasta aquí, el libro iba más o menos bien, a pesar de ser terriblemente
lento, pero a partir de este momento empieza la decadencia más absoluta. El
argumento se vuelve de lo más previsible y se hace aún más tedioso y aburrido.
Edward y Diane, que desde el primer momento se han odiado, de repente sienten
una atracción muy fuerte el uno por el otro, pero los dos tienen demonios en su
interior que les impiden entregarse plenamente. Después de muchos tira y
afloja, de algunos me-trago-mi-orgullo-por-ti.
Cuando ya parece que la realción
puede funcionar, de repente aparece una exnovia de Edward que asegura que aún
siguen juntos y se quieren. Diane no se da por vencida y lucha para conseguir
al “hombre que ama”, consigue abrirle los ojos y hacer que se dé cuenta de que
es una mujer que le ha vendido una imagen de sí misma que no coincide con la
realidad. Y una vez que por fin Diane ha conseguido lo que quería, decide que
ya se ha curado, que ha vencido a sus demonios, que tiene ganas de volver a
París y deja plantado al pobre Edward.
El libro me ha sacado de quicio en muchos puntos pero justo con este final ha
conseguido sacarme de mis casillas por completo. Diane me parece una mujer
caprichosa que sólo se preocupa de sí misma, de lo que ella quiere en cada
momento y el resto no le importa. Juega con la gente y no se da cuenta del
esfuerzo que hacen los demás para que ella supere su depresión. Y cuando por
fin parece que va a ser feliz, que ha encontrado una nueva vida en un lugar
diferente con una persona que la quiere, decide dejarlo todo de nuevo para
volver a París a retomar su vida donde la dejó.
Es una lástima que el libro haya sido una decepción, porque tenía muchas
ganas de leerlo. Empieza muy flojito, le falta emoción y acaba con un final
bastante decepcionante. A pesar del título tan bonito que tiene no lo
recomiendo.
¡¡Madre mía!! Si que es verdad que el título llama mucho pero después de leer tu reseña se me han quitado las ganas... Una lástima que pongan títulos interesantes a novelas que quizá no merecen la pena solo para vender...
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